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Ginger Lyn, la reina del porno (reportaje

Ginger Lynn, la reina del porno
Por: DIEGO A. GARZÓN Y MARÍA FERNANDA GUARÍN


La leyenda del sexo está cumpliendo veinte años de carrera. No hay lugar del mundo donde ignoren quién es Ginger Lynn, protagonista del clásico porno Ginger on the Rocks y de otras 68 películas. en exclusiva para colombia, habló en los ángeles, con SoHo.
Ginger Lynn Allen no sabe cuántos amantes ha tenido como actriz porno. Según sus cuentas han sido alrededor de 300. "Lo que sí sé es que fueron 69 películas las que hice, ni una más y ni una menos. Extraño número, ¿no?", ríe. Desde el comienzo de la entrevista se muestra muy amable, sonríe todo el tiempo y sin ningún pudor ante preguntas que podrían ser impertinentes, muchas de ellas sobre esas 69 películas que rodó, para sorpresa nuestra, solamente entre el 9 de diciembre de 1983 (su primera película) y febrero de 1986. En 1999 volvió a actuar y desde entonces ha participado en 7 películas aunque no con el mismo éxito que tuvo en los 80. Lo hizo para cubrir algunas deudas. Apenas ha oído hablar de Colombia, pero le llama la atención que de un país "tan lejano" alguien se interese por su historia. La habíamos contactado por teléfono un par de semanas atrás y nos citó en Starbucks, en West Hills, muy cerca a su casa en Los Ángeles. Nos advierte que solo dispone de una hora, el tiempo que dura la clase de karate de Robert, su pequeño hijo de siete años. Pedimos un capuchino mientras que ella elige una mesa en la terraza para fumar con tranquilidad. Trae un suéter de lana verde y también una falda corta. Cruza las piernas y nos deja ver un par de botas negras que le llegan casi hasta las rodillas. Aparenta mucho más de los 41 años que tiene. Luce cansada y no para de fumar. Comenzamos sin perder más tiempo:

¿Cómo empezó en la industria pornográfica? Salí de Illinois, donde nací, para California, pensando que iba a ser simple, barato y divertido. Antes trabajaba como administradora de una tienda de música y cuando me vine para acá seguí trabajando 70 horas semanales como vendedora, sin ni siquiera poder pagar mis cuentas. Por eso respondí a un aviso en el periódico que convocaba modelos para hacer un comercial, pero cuando llegué se trataba de sexo publicitario en la revista Penthouse. Le dije a la persona que me contactó: "Yo no soy ese tipo de mujer, yo no soy una puta". Sin embargo, en esa misma oficina conocí a una mujer hermosa, inteligente, que estaba leyendo un libreto y fumando esos cigarrillos largos, como toda una estrella de cine. ¡Era una actriz porno! Fuimos a almorzar y le pregunté cuánto ganaba y si le gustaba lo que hacía. Me convenció. Hablé con mi agente y le puse mis condiciones: "Quiero 1.000 dólares por escena, escoger las personas con quien quiero trabajar, las películas que yo quiero...". Me acuerdo mucho que él no paraba de reírse. Me dijo que yo no era nadie, que nadie me iba a contratar con esas reglas, aunque finalmente accedió.

¿Y cómo fue esa primera película? Tres semanas después, una pareja de esposos que había creado una nueva compañía iba a rodar su primera película en Hawai. Aceptaron todas mis exigencias y firmamos un contrato. Ahí pensé: "¡Dios mío!, voy a hacer más plata en dos semanas que lo que puedo hacer en dos años!". Tuve que presentar una audición que constaba de dos escenas en un mismo día. La primera fue con Tom Byron; cuando lo conocí fue como cuando vas a una fiesta y conoces a alguien y te empiezan a "echar los perros". Aunque sabíamos en qué iba a terminar todo, la cosa fue muy natural. Con él no hubo ningún problema, pasé muy rico. La segunda escena era con Ron Jeremy, el típico hombre desagradable, de nariz grande, rasgos fuertes, sin ningún atractivo pero se hizo muy famoso en la industria, pues era un tipo común y corriente que cuando el espectador veía, se sentía identificado y pensaba "si él puede yo puedo". Jamás olvidaré su olor tan horrible, pero pensé que si podía hacer eso, podría hacer cualquier cosa en la vida. Lo único que pedía era que él estuviera detrás de mí, así no lo tenía que mirar, solo cerrar los ojos y tratar de disfrutar. Y nunca lo volvió a ver. No, tuve que trabajar con él en muchas películas. En Hawai rodamos mi primer filme Surrender in paradise, y al mismo tiempo hicimos otra que se llamaba A little bit hanky panky. Fueron dos películas en una semana. Fue una muy buena experiencia. Ron Jeremy, como no le sucedió a Ginger, gozó mucho con ese primer encuentro y así lo ha manifestado en varias entrevistas: "Nunca olvidaré cuando la vi. Era la mujer más bella que había visto. Cuando hicimos el amor por primera vez pensé que enloquecería. Ella gritaba como en voz baja y sólo pensé en que quería hacerlo mil veces más con ella". Esa experiencia con Jeremy no fue la primera relación desagradable por la que tuvo que pasar Ginger. Cuando apenas tenía 13 años, con su novio, quien rondaba los 40, no solo perdió la virginidad sino que también tuvo su primer contacto con las drogas. Su familia tampoco fue un buen ejemplo: Wayne, su padre, era alcohólico y muchas veces la golpeó cuando era niña. Marilyn, su madre, nunca estuvo al tanto de lo que ella hacía y fueron realmente sus abuelos quienes se ocuparon de ella. Ginger nunca fue a la universidad y muy poca relación ha tenido con sus tres hermanos. Ese ambiente en el que creció, rodeada de alcohol y drogas, también se extendió al rodaje de sus películas. "Las drogas me ayudaban en las escenas de sexo anal". Su adicción se intensificó en 1985, cuando estaba en la cúspide de su carrera. Llegó a cobrar 5.000 dólares por escena, según recuerda, y a ganar 10.000 dólares más por aparecer en la portada del video. El efecto Ginger Ginger no ha sido muy afortunada en el amor. El tema la afecta un poco. Su primer novio 'en serio' lo conoció cuando llegó a Los Ángeles, pero tan pronto supo que Ginger había empezado en el cine porno decidió dejarla. Salió con muchos de los coprotagonistas de sus películas pero su verdadero amor hasta el momento ha sido el actor Charlie Sheen, a quien conoció a finales de los 80 durante el rodaje de Young guns II. La relación duró más de dos años, pero fue muy perjudicial para Ginger pues vivían alcoholizados y drogados. La verdadera razón del rompimiento fueron las constantes infidelidades de Sheen con otras mujeres, algunas de ellas prostitutas.

¿Cuál es el principal problema cuando conoce a un hombre que le gusta? A mí me pasa algo que yo llamo 'El efecto Ginger', como mi película: debido al trabajo que tengo y al machismo se sienten intimidados y no logran manejarlo. Creen que no me pueden dar la talla en la cama y todo el tiempo hacen su mejor actuación tratando de demostrar que son muy buenos. Hay mucha presión para salir conmigo. Siempre que salía con alguien y tenía una relación estable, trataba de no trabajar pues no era posible independizar las cosas. ¡Seguía siendo mi cuerpo y estaba teniendo sexo con otra persona! Es lógico que cualquier hombre que salga con usted piense que en la cama no puede defraudarla. A mí no me importa eso. Para mí el amante perfecto es un hombre común y corriente con el que puedas conversar y te sientas feliz. El mejor sexo solo lo puedes tener con una persona con la que puedas hablar abiertamente y ser honesta para así descubrir todas las cosas que le gustan a cada uno. Imaginamos que querrán hacer en la vida real lo mismo que han visto en sus películas. Sí, es cierto. Es una imagen que vende la industria. A los hombres les doy un consejo: no basen su vida sexual y sus fantasías en lo que ven en las películas, pues están lejos de la realidad. ¡A las mujeres no nos gusta que se nos vengan en la cara!

¿Cómo fue su primera escena de lesbianismo? ¿Difícil? No fue nada especial. Antes de mi primera película ya lo había hecho con una amiga. En la industria ves muchas mujeres lindas y poco a poco empiezas a sentir que hay unas que te gustan más que otras. Yo me di cuenta de que me gustaban las que tenían los senos grandes, se siente bien cuando los tocas.

¿Por qué tantos hombres sueñan con hacerlo con dos mujeres? Creo que es más una fantasía que la misma industria de la pornografía ha creado en los hombres que lo que de verdad puedes disfrutar en la realidad. ¡Es que no hay espacio para una tercera persona! ¡Siempre hay alguno que queda de espectador, pues el hombre solo tiene un pito! ¡Es imposible estar con dos mujeres al tiempo! En muchas películas usted lo hizo: otra mujer y un hombre.

¿No era nada especial? Yo disfrutaba más el exhibicionismo que el sexo mismo, me excitaba más pensar en la gente que se excitaba viéndome. El cine porno se centra en el orgasmo masculino y no en el de la mujer, por eso muchas veces no era placentero.

¿Qué tan complicadas son las escenas con dos hombres penetrando a la actriz al mismo tiempo? Me acuerdo que en Hawai yo estaba con mi compañero en la playa y nos comenzamos a besar y a tocar, y el otro coprotagonista estaba en el mar. Al vernos, salió del agua y se sentó junto a mí y todo pasó sin que ni siquiera hubiera cámaras. Yo dudé al principio, pero me sentí bien. Eso me ayudó para que al rodar este tipo de escenas por primera vez me sintiera tranquila. Viendo las cosas que se hacen hoy en día, no creo que haya hecho nada loco. En los 80 yo me hice famosa porque hice la doble penetración, pero hoy en día tienen como cuarenta penetraciones por día ¡y por todas partes! Yo no creo que haya hecho nada fuera de lo común: no me meto palitos chinos por el ano. Una niña me dijo un día que lo hacía "para agrandarlo más". Me explicó que en un condón enrollaba unos 20 palitos y luego se los metía. ¡Yo esas cosas sinceramente no las entiendo!

¿Con qué actores se ha sentido más cómoda trabajando? Tom Byron y Peter North, sin duda. Como tampoco dudo que el peor es Ron Jeremy. De mujeres me encantan Christy Canyon y Barbara Dare, son muy lindas. Una de las películas por las que más la recuerda la gente en Colombia es Ginger en las rocas.

¿Fue importante haberla protagonizado? Al final todas las películas tienen lo mismo: hombre y mujer, mujer y mujer, tríos, etcétera. Cuando éramos más de dos, prefería dar órdenes y decirle a mi compañera de escena que hiciera esto y lo otro con el hombre de turno mientras yo miraba. Me gustaba eso porque muchas veces no tenía ganas de hacerlo y, en otras, porque realmente era excitante como en Ginger on the rocks. ¿Le importa el tamaño? Creo que es bueno uno normal, ni muy grande ni muy pequeño, de unas 6 ó 7 pulgadas. Ese es mi preferido. Los hombres prefieren a Ginger Desde 1986 hasta hoy, la vida no ha sido muy fácil para Ginger. Se retiró porque ya no se sentía bien. No quería que nadie la tocara ni besara. Hizo papeles cortos en Hollywood como en la cinta Vice academy, pero siempre la buscaban para interpretar personajes de prostitutas o de mujeres tontas que salieran desnudas. "La gente se crea una imagen de ti que no se les va a quitar". Estuvo en prisión durante 17 días por portar drogas y en dos ocasiones, en centros de rehabilitación. Hace siete años quedó embarazada por inseminación artificial. Se ha especulado mucho y ella prefiere no entrar en detalles, pero se dice que el padre es Steve Hirsch, pro-pietario de una productora de videos pornográficos. Él le ayuda con la manutención del niño. Ginger tiene su propia compañía de videos porno. Ella quiere actuar cada vez menos. Su belleza no es la misma del pasado, así que está muy claro que sus esporádicas actuaciones en películas porno se deben a la necesidad. "Creo que cuando hice el video de Turn the page, de Metallica, hace 4 años, se me abrieron muchas puertas y ahora estoy haciendo mi debut en prime time con Skin, la nueva serie de Fox. Tengo varios proyectos".

¿Cómo ve la industria pornográfica de hoy? Antes era demasiado difícil entrar, era ilegal. Apenas existía el VHS y no había DVD. De las 69 películas que hice 35 eran en video y me convertí en la primera mujer popular de la industria. En las tiendas había una stand para mí sola y quien tuviera VHS sabía quién era yo. Pero ahora todo ha cambiado. Antes se hacían de cinco a diez películas al mes, ahora se hacen por hora. Si a una actriz le pagan seis mil dólares por escena o por película es porque los productores ganan tres o cuatro veces más. Cuando yo entré no había fama ni fortuna, tampoco era muy in. No podías contarle a la gente. Si te preguntaban qué hacías te tocaba decir que trabajabas en algún restaurante o algo por el estilo. Ahora sí lo puedes decir.

¿Cómo se cuida de las enfermedades venéreas? En el 86, la gente apenas empezaba a concientizarse del sida, pero lo consideraban una enfermedad de gays. De todas maneras, tanto antes como ahora la gente que está dentro de la industria se cuida más que la gente en la calle. Hay dos categorías de actores: los que siempre usan condón y los que solo lo hacen opcionalmente. Yo ando con los de la primera. Al menos cada seis meses te exigen el test.

¿Qué otras cosas han cambiado en la industria? Ahora lo único que hay son tipos que se vienen en tu cara, ¡ya no es sexy, ya no hay pasión! Tampoco había el tal viagra, algo que ahora todos los hombres usan dentro del negocio.

¿Qué va a pasar con los que a los 21 años están consumiendo viagra a diario? Lo que yo les digo es: "Lo siento, cariño, pero si no se te para sin esas ayuditas deberías pensar en cambiar de carrera!". Si tienes 50 años, OK, pero no se puede estar tomando eso como si fuera un dulce.

¿De qué se arrepiente? No. Lo único que cambiaría sería la forma como gasté mi dinero. Como era tan joven y me llegó tanto dinero de un momento a otro, era muy difícil controlarlo. Pensaba que el dinero nunca se me iba a acabar, nunca pensaba en mañana, solo en el momento. Pero no me arrepiento de ninguna de las decisiones que tomé. Yo amo mi vida. En los últimos años, Ginger se ha vinculado a proyectos benéficos en Los Ángeles: Salvemos a los niños y Los niños de la noche. Allí, niños desprotegidos encuentran refugio, compañía y alimentación. Sonríe mucho, y aunque suena un poco absurdo, por momentos se ve tierna. En especial cuando llega su hijo acompañado por el guardaespaldas de Ginger. Nuestro tiempo ha terminado. El niño corre a abrazarla no sin antes regañarla porque la ve fumando. Lo alza, lo carga y se despide de nosotros: "En diciembre haré una fiesta en Colorado Springs para celebrar estos 20 años de trabajo. Creo que vale la pena ce-lebrar". El niño nos mira sin saber a qué se refiere su madre. No tiene ni idea. "Allá los espero si quieren ir". Se sube en su Lexus y se va. Nos quedamos pensando en la invitación. Saldríamos de allí, por lo menos, con una buena crónica.

Entrevista a Maxwell Mc Combs

Entrevista a Maxwell Mc Combs

Hay que reinventar el concepto de noticia
Un artículo de apenas once páginas, publicado en la primavera de 1972 con el título de «The Agenda-Setting Functions of the Mass Media», produjo una influencia tan poderosa en la investigación en comunicaciones, que aún hoy los nombres de sus autores, Maxwell McCombs y Donald Shaw, son citados en las bibliografías de prácticamente todos los textos del área. Sólo sobre agenda-setting se han escrito hasta la fecha más de 200 artículos científicos. La teoría sigue vigente, dice McCombs en esta entrevista, aunque desarrollada en dos niveles: en el primero se constataría que los medios fijan la pauta de los temas relevantes; en el segundo, que, además, jugarían un papel clave en fijar qué y cómo pensar acerca de esos temas, mediante la comunicación de atributos jerarquizados.

Paulina Leiva Muñoz

Maxwell McCombs más parece un norteamericano recién llegado de la playa que el creador de una de las pocas teorías de la comunicación que ha sido probada experimentalmente. O, al menos, sobre la cual se tienen más certezas. Vistiendo una multicolor camisa playera, pantalones y alpargatas grises, balancea sus pequeños pies mientras habla y ríe por teléfono. Es bajo; sentado, sus piernas no alcanzan el suelo. La bronceada cara y la alta luminosidad de su oficina, acentúan el blanco de su no muy abundante cabello. Desde el séptimo piso, tres gigantes ventanales lo confortan con una privilegiada vista hacia la calle Guadalupe; la principal vía de la Universidad de Texas, en Austin. En esa institución ha dado clases en los departamentos de gobierno y comunicación desde 1985.
-Al parecer la conferencia en Italia se cancelará -le cuenta a la persona al otro lado de la línea telefónica. El viaje a Escocia es más seguro.
A los 58 años, su aporte a la teoría denominada agenda-setting ya le ha significado decenas de viajes a través del mundo. Sobre todo durante los últimos meses, cuando acaba de publicar su libro Communication and Democracy: Exploring the Intellectual Frontiers in Agenda-Setting Theory. Incluso ya está negociando un viaje a América del Sur:
-Si las conversaciones se concretan, iré a Brasil y Chile durante el primer trimestre de 1998 -anuncia.

La Agenda-setting y la democracia contemporánea
Hace ya 25 años Maxwell McCombs y Donald Shaw publicaron el artículo «The Agenda-Setting Functions of the Mass Media», en Public Opinion Quarterly, en el que abordaban la influencia de la agenda de los medios noticiosos sobre la agenda pública. Postulaban que los medios de comunicación -al dar o restar importancia a un tema, al cubrir más o menos extensamente una noticia- transmitían la relevancia y la jerarquización de los problemas que se perciben como importantes. A través de más de 200 estudios, aquellas primeras sugerencias se fueron puliendo; entonces ya se hablaba del «primer nivel de la agenda-setting». Básicamente, se aclaraba que existía una transmisión de temas desde la agenda de los medios hacia la agenda pública. Es decir, los medios no determinaban qué decir sobre una cosa, sino sobre qué cosas hablar.
En los últimos años, la teoría ha evolucionado drásticamente. Si bien es cierto que hay una transmisión de temas u objetos, éstos tienen numerosos atributos; aquellas características que completan el cuadro o la pintura que cada cosa tiene en nuestras mentes. A la vez, así como hay temas más relevantes, también hay atributos con mayor jerarquía. Cuando los medios de comunicación describen un acontecimiento, dan más importancia a ciertos atributos que a otros o mencionan algunos con más o menos frecuencia. Precisamente, en eso se basa el «segundo nivel de la agenda-setting»; en la transmisión de esos atributos con jerarquía desde los medios de comunicación hacia la agenda pública. Las implicancias de este segundo nivel se revelan en la posibilidad de que los medios no sólo determinen sobre qué pensar, sino también qué y cómo pensar sobre algo.
-Con la proposición del segundo nivel de la agenda-setting, se atribuye un enorme poder a los medios de comunicación sobre las audiencias. ¿Le asusta la idea de que se haga un mal uso de este poder?
-Esto tiene mucho que ver con la ética. Ciertamente, los medios pueden ser muy poderosos. Creo que los periodistas no se dan cuenta del poder que tienen y de la importancia ética de este hecho. El problema ocurriría si fuese verdad que los periodistas no son más que los relacionadores públicos de la clase dirigente (establishment). En ese caso -añade riendo a carcajadas- habría que despedirlos a todos.
-En el prólogo de su libro Communication and Democracy usted escribió: «Entender el análisis de la teoría de la agenda-setting es necesario para entender el análisis de la democracia contemporánea». ¿Por qué, cuál es la relación entre agenda-setting y democracia?
-Para entender esto debemos hablar de las funciones de las comunicaciones: consenso, vigilancia y transmisión de la herencia social. Tradicionalmente la teoría de la agenda-setting ha sido estudiada en términos de la función de vigilancia: la gente se entera sobre lo que está ocurriendo en el mundo a través de los medios de comunicación. Se informa a través de ellos. Sin embargo, los nuevos avances en la teoría hablan sobre su relación con la función de consenso. Esto significa que los medios ayudan a la sociedad a llegar a acuerdos porque hacen que la gente hable o se preocupe sobre los mismos temas. De ahí que la agenda-setting responde no sólo a la función de vigilancia o de información de la sociedad, sino que además, a la del consenso necesario en toda democracia.
-Hay algo que no me queda claro. Por un lado tenemos que los medios de difusión -al determinar los temas sobre los que se habla y los atributos de esos temas- son el punto de encuentro o el suelo social que permite el consenso necesario en toda democracia. Sin embargo, también sabemos que otro aspecto de la agenda-setting dice que unos pocos, pero poderosos medios periodísticos influencian al resto de los medios. A la vez, sabemos que hay una tendencia progresiva a la concentración de los medios de comunicación. ¿No se contradice esto con la función pro-democracia de la agenda-setting, en el sentido de que si hay pocos medios dominantes, las alternativas de elección disminuyen?
-Es cierto. Sin embargo hay muchas alternativas. En Estados Unidos podemos encontrar muchos McDonals, Burger King, Wenndy's, pero ¿es eso realmente diversidad? No, sólo son diferentes versiones de la misma cosa. La competencia ha disminuido la diversidad.
-Si los medios periodísticos sólo ofrecen el mismo tipo de hamburguesa, y a la vez el segundo nivel de la agenda-setting nos dice que esos medios sí determinan el aspecto de qué pensar en las audiencias, no ¿cree que esta tendencia es peligrosa?
-Sí. El mayor peligro radica en que la gente se basa en las noticias. Por un lado, constitucionalmente el gobierno no puede evitar esa concentración. La primera enmienda lo prohíbe, la libertad de prensa está primero. Si a esto agregamos el hecho de que los periodistas sólo seleccionan un tipo limitado de eventos como noticiosos, el problema aumenta. La solución sería reinventar el concepto de noticia. Nadie ha buscado un nuevo concepto teórico de lo que es noticia desde que Henry Luce lo hizo en 1920 [todo hecho que llame la atención del gobierno]. Pero hoy, las maneras de enfocar la noticia son totalmente diferentes.
Cambiar todo el motor
-¿A qué se refiere con reinventar el concepto de noticia?
-La idea de lo que es noticia ha evolucionado a través de la historia. Sin embargo, esa evolución ha disminuido en los últimos veinte años. Yo participé en un estudio donde analizamos los temas cubiertos por los diarios en las últimas dos décadas y ellos no han cambiado realmente. Sin embargo, si pensamos en cuánto ha cambiado el país durante ese mismo período nos damos cuenta de que las transformaciones son muchas. A los periodistas les gusta contar historias. Se supone que se escribe sobre cosas nuevas. Sin embargo, esto no está ocurriendo. Se escribe sobre temas irrelevantes para la gente. Por ejemplo, el caso Whitewater. Los periodistas han estado cubriendo el tema por años. La gente llega a bostezar cuando oye acerca de esto. Ni siquiera estamos seguros de que haya habido algo malo en ese caso. Es demasiado complicado. En verdad, a la gente no le interesa Entonces, el problema principal que enfrenta el periodismo actual es la selección de temas catalogados como noticiosos y la manera en que se los cubre. Son analizados en aspectos muy diferentes a lo que realmente le interesa a la gente.
-¿Significa esto que la percepción de la realidad o del mundo que los periodistas tienen es diferente a la de las audiencias o a la de la gente común y corriente?
-Muy diferente. Cada vez más diferente. Por eso los periodistas deben entender que periodismo no es sólo escribir o contar una historia, un reporte. No se trata sólo de pensar «nuestro trabajo es sólo producir mensajes y no nos importa lo que pase con ese mensaje posteriormente». Éticamente ese pensamiento está errado. Los periodistas deben darse cuenta de que sus acciones tienen implicancias éticas. Si no lo hacen, continuarán perdiendo sus lectores o audiencia. Hay muchas encuestas y estudios que lo prueban.
-¿Diría usted que los medios de comunicación están haciendo algo para revertir esta situación?
-Los cambios son mínimos. Incluso es chistoso. Es como si el auto de una persona no funcionara bien y se decidiera a pintarlo de nuevo, cuando lo que realmente debería hacer es cambiar todo el motor. Hay gente que se da cuenta de esto, pero no es suficiente. Creo que el empuje final será la inmensa presión económica que sentirán los medios periodísticos. Si comparamos las ventas de los periódicos con el crecimiento de la población [en EE.UU.], nos damos cuenta de que las primeras han venido disminuyendo desde 1920. La presión determinante la darán los auspiciadores porque cada año llegan a menos consumidores potenciales. En algún momento los auspiciadores decidirán abandonar estos medios.
-Si usted fuera elegido el jefe de los editores de un diario como The New York Times, qué cambios haría para retener a sus lectores y aumentar las ventas?
-Disminuiría las noticias políticas. Cubriría ese tipo de situaciones que impactan a la gente durante un día común y corriente. Como el tráfico, las calles, etc. Además, cambiaría el método de reporteo. No sólo me basaría en la agencias de gobierno, en conferencias de prensa, utilizaría más estudios, encuestas, investigación. También cubriría aspectos normalmente olvidados, como la religión, por ejemplo. La religión pública no en términos de política, sino de instituciones religiosas; cuáles son sus preocupaciones, sus actividades. Hay temas fundamentales en esta área que no han sido cubiertos aún Sin embargo, esto no ocurre en la realidad. A través de estudios se ha descubierto que los periodistas escriben de acuerdo con una parcialidad estructural. Por ejemplo, en política, no se trata de privilegiar a los demócratas o a los republicanos, pero los periodistas dan más importancia a los elementos conflictivos de una campaña electoral.
-Una especie de estereotipificación.
-Sí, pero no es intencional. Tiene que ver más con el proceso de selección. Se debe a la vieja definición de noticia como un problema, como aquello que llama la atención del gobierno, de la policía, etc. Esto ha determinado que noticia sea sinónimo de mala noticia y que no-noticia signifique buena noticia, que nada terrible ha pasado.
La ironía le causa risa. Una profunda y sonora risa, como producida con su estómago, con todo su interior. Luego, cuando asociamos la idea de que el proceso de selección de lo que es noticia está siendo distorsionado, con la postura de la agenda-setting sobre la transmisión de atributos y temas, la carga ética del problema borra su sonrisa. Pesa sobre sus párpados. Nuevamente pone su cara de intelectual grave.
Micro y macroética
-¿Cuál es la verdadera importancia de la ética en periodismo y cuál es la importancia que los periodistas le dan en la práctica?
-Depende del punto de vista desde el que se estudia la ética. Podemos dividirla en macroética y microética. Ésta tiene que ver con una transgresión cuando, por ejemplo, un periodista recibe dinero por escribir un artículo desde un punto de vista determinado. En este aspecto el periodismo no está mal porque, con los años, las reglas se han vuelto más estrictas. Son menos las violaciones a la microética. Sin embargo, ésta tiene que ver además con aceptar entradas y transporte gratis, comidas, etc. Cuando yo trabajaba en un diario de New Orleans teníamos una muy buena regla: podías aceptar cualquier cosa mientras la pudieras consumir en el mismo sitio. Por ejemplo, podías aceptar una comida, pero no podías aceptar una caja de carne. Podías aceptar una botella de vino, pero no todo un galón.
»Ahora, la macroética es una área sobre la cual los periodistas no han hablado mucho. Aquí es donde está la relación con la agenda-setting: los periodistas determinan los temas que interesan a las audiencias, quiéranlo o no. Son decisiones que se hacen en todos los medios de comunicación y que implican consecuencias que tienen que ver con la ética. Se decide si algunos temas son más importantes que otros. Se declara a algunos temas como más triviales que otros. La mayoría de los medios sólo da importancia a la microética y no a este otro nivel».
-¿Diría usted que actualmente el periodismo está corrupto?
-No, no creo. Al menos, no en el sentido en que se acostumbra a usar la palabra corrupción. No es corrupción, porque los periodistas actúan según su propio parecer. Aquí está el problema, ellos seleccionan su punto de vista del mundo y no le responden realmente a nadie. Ellos dicen lo que es o no es noticia y qué aspectos del mundo son más importantes. Hay muchos temas controversiales que los periodistas piensan que interesan a mucha gente, pero en verdad, sólo representan a una minoría. Suelen mostrar los temas como una pelea o conflicto entre dos grupos. Esto es escribir sobre una pequeña parte de la realidad y de una manera prejuiciosa.
-¿Qué hay acerca del factor económico, no cree que éste afecta al momento de escribir un artículo o de cubrir una noticia, que es una clase de corrupción?
-Yo diría que el factor económico no afecta el proceso en un departamento de prensa debido a las estrictas reglas que éstos tienen. El mejor ejemplo es el hecho de que los periodistas están escribiendo sobre temas que a las audiencias no les interesan. De ahí que el rating y la cantidad de lectores siga bajando. Es decir, pareciera que a los periodistas no les importa en absoluto el beneficio económico porque continúan escribiendo sobre temas que alejan a los lectores. Esto no quiere decir que deberían escribir sobre noticias superficiales (soft news), sobre ositos de peluche o sobre niñitos tiernos. Hay muchos temas duros (hard topics) que engancharían a la gente.
Periodismo Público: la solución a todos los problemas
Maxwell McCombs afirma que «el periodismo actual sólo cubre temas que interesan a la elite». Sin embargo, cuando dice que la solución radicaría en escribir acerca de la gente común, no sólo se refiere a un cambio temático. Se trata además de toda una transformación en los métodos de reporteo. Se trata de aplicar métodos de observación. Es el periodismo de precisión y es el periodismo público también.
-Periodismo Público se refiere al uso de encuestas. Se analiza el comportamiento de la gente y se escribe sobre eso. La ventaja es que no sólo se cubre como noticia lo que la gente hace mal, el conflicto, sino que se estudia el comportamiento y tendencias de la sociedad.
-Eso es como crear una noticia
-Sí, es un modo de obtener una información más sistemática acerca de lo que está pasando. Se informa sobre las actividades de la gente común y corriente. Cuando los periodistas sobreenfatizan el crimen, la gente se vuelve más cuidadosa y temerosa a la vez. Sin embargo, al presentar una información más sistemática, o un cuadro más sistemático de lo que está ocurriendo en la realidad, la gente entenderá que hay crimen, pero que éste no ocurre en cada esquina de la ciudad, cada diez minutos.
-¿Sería como desarrollar un periodismo sin tantos hechos aislados o sorpresas?
-Exacto. Una buena forma de entender esto es comparando ambos tipos de periodismo (el que se hace actualmente con el periodismo público) con la sección meteorológica de un periódico o un noticiario. El periodismo actual sólo informaría sobre situaciones catastróficas: avisaría sobre un aluvión, una tormenta, un tornado, etc. Pero el resto de los días, cuando está parcialmente nublado o cuando tenemos «otro día caluroso en Texas» no nos informaría. En cambio, un periodismo sistemático nos daría el informe meteorológico día a día, aunque las variaciones no fuesen muchas.
»Me gustaría ver una reflexión fundamental acerca de lo que es el periodismo. Por eso, me entusiasma el periodismo público, enganchar o comprometer al público en un diálogo. Es la primera idea nueva desde hace mucho tiempo».
-¿Cuál es la relación entre el periodismo público y el de precisión?
-El periodismo público es una aplicación del periodismo de precisión. Es la observación, el análisis de datos, la utilización de encuestas, de muestras representativas. Se trata de comparar algo con otra cosa. Se relaciona con el periodismo de investigación también, porque se usa la información de datos más trabajados, no sólo se entrevistan unas pocas fuentes, sino que también se compara.
-¿No cree que el periodismo público quedará en la utopía debido a la permanente lucha contra el tiempo que enfrentan los medios periodísticos?
-Es verdad que hay escasez de tiempo, pero también es verdad que los medios están perdiendo su público debido al tipo de periodismo que están haciendo. Hay que tomarse las cosas más en serio. Yo, por ejemplo, ya no veo noticias locales porque son demasiado sensacionalistas. Cada cena era lo mismo: un incendio o un asesinato. Llegó un momento en que no aguanté más. Son sólo imágenes, pero nada de información. Esto no significa que los periodistas deben perder su estándar profesional, pero pueden inventar algo más interesante para la gente.
Las escuelas de periodismo
-¿Ve que estos nuevos métodos de observación estén siendo difundidos en las escuelas de periodismo?
-Creo que la tendencia de dar más importancia a la descripción o a la escritura que a la observación está cambiando sistemáticamente en las escuelas de periodismo. Sin embargo, ésta es una carrera muy influenciada por la profesión; se cree que al trabajar sólo se requerirá escribir bien. Todo aspirante a periodista debería ser buen observador, no sólo saber escribir o saber contar una historia. Hay que saber observar las historias.
-¿Se nace con esta habilidad o se aprende con estudios?
-Se puede aprender a observar. Incluso creo que para escribir se necesita más talento. Observar significa aprender a analizar, no es sólo ver algo. Hay técnicas como el estudio e interpretación de las encuestas, por ejemplo.
»El mayor dilema en las escuelas de periodismo es si se prepara a la gente para los primeros seis días de trabajo o para los últimos seis años. Si se enfatiza la escritura, entonces se puede ir a trabajar inmediatamente, no se necesitan estudios. En cambio, en los últimos años, cuando se es editor de un periódico, esa habilidad para escribir no basta. Entonces, hay toda una vida de experiencia que ha formado al periodista.»
-Pero si el periodismo se aprende en la práctica, con los años de trabajo, los cuatro o cinco años de estudio en la universidad resultarían innecesarios
-Para mucha gente eso es sólo un negocio. Sin embargo, alguien tiene que diseñar el edificio. Alguien tiene que rediseñar el periodismo como una profesión que provea liderazgo intelectual. Y eso probablemente pasará si en las universidades se estudia periodismo apropiadamente. Actualmente, éstas no ofrecen esa clase de educación. La verdadera presión es conseguir trabajo, ésa es la razón por la cual la gente va a la universidad. Lo que ellos quieren es un trabajo mejor. Pero ser periodista es mucho más que escribir y reportear. Todo periodista, con los años de trabajo, se da cuenta de lo valiosos que son los cursos de historia del periodismo, por ejemplo.
-¿Qué otros cursos consideraría imprescindibles en las escuelas de periodismo?
-Los cursos de observación y escritura son importantes Aprender a determinar una hipótesis al momento de reportear, una hipótesis que será rechazada o confirmada, pero que ayudará al periodista a clarificar sus ideas Los cursos de ética son muy importantes también. Así como la historia de la noticia, su concepto. Los periodistas deben entender esa definición para así evitar la parcialidad estructural, la arbitrariedad.
Nuevos Medios: Más alternativas de lo mismo
-¿Cree que las nuevas tecnologías revolucionarán el modo de hacer periodismo?
-Es muy difícil de predecir. Creo que el cambio será lento. La gran transformación es la tremenda cantidad de información que se está manejando. Sin embargo, es difícil establecer el límite. En Internet, por ejemplo, básicamente se puede publicar cualquier cosa. Es difícil saber cómo la gente reaccionará a esto. Ademas, los nuevos medios todavía son herramientas utilizadas sólo por una elite: gente con recursos, universidades, profesores.
-¿Pero piensa que surgirán nuevas especialidades periodísticas?
-Actualmente hay un montón de diarios, pero todos dan el mismo tipo de información. Similar cosa pasa con el cable: hay decenas de canales, pero terminamos viendo lo mismo en la televisión. Las nuevas tecnologías sólo son más alternativas de la mismo .
-Hablando de televisión: se ha escrito sobre el efecto que sus imágenes tienen en la mente de las personas, en la forma de percibir el mundo. ¿Diría usted que, desde su aparición, la televisión ha contribuido positiva o negativamente a esa apreciación?
-Probablemente el balance es un poco más negativo que positivo. Es cierto que la televisión ha permitido muchas cosas positivas. No obstante, debido a ella también, mucha gente tiene una falsa impresión del mundo, porque así es como lo presentan las noticias.
-¡Entonces el impacto de las imágenes es muy grande!
-Eso es cierto. Hay un ejemplo grandioso: la primera vez que el equipo de fútbol americano fue a jugar a Japón, el público, en los primeros minutos del partido, comenzó a inquietarse, a ponerse muy triste y desilusionado. Era la primera vez que ellos veían un juego en directo y no en películas. En éstas, uno oye música de fondo y sólo se ven las mejores jugadas y a los entrenadores hablando a sus jugadores. Incluso se puede oír lo que dicen. Pero en la realidad este juego es muy lento. Lo que aparece en las películas es sólo espectacularidad: saltos, atajadas -se levanta para imitar la atajada de un balón-. Sin embargo, lo que los japoneses vieron en ese partido era superaburrido. Otra historia que ejemplifica el gran efecto de las imágenes es la de una señora que está en un parque con su bebé. Entonces, llega otra mujer y le dice: «Oh, qué linda guagua». Ante esto, la madre le contesta: «Sí, y eso que usted todavía no ha visto sus fotografías». Las imágenes han llegado a ser más reales que la realidad misma. La gente tiene una versión del mundo editada, mucho más espectacular de lo que el mundo es en realidad.
-Si las imágenes tienen tal magnitud y la mayor exportación de imágenes ocurre desde Estados Unidos, entonces hay una especie de imperialismo cultural que determina la americanización.
-No realmente. He participado en estudios que prueban que el impacto de las exportaciones estadounidenses de programas de televisión, por ejemplo, no es tan grande. Además, cada país recibe influencias de otros países, no sólo de Estados Unidos.
-A lo largo de esta conversación, da la impresión de que las audiencias están totalmente indefensas ante el poder de los medios de comunicación, que son totalmente pasivas.
-En su mayor parte sí lo son. Sólo un grupo muy pequeño de personas son activas; se enteran a de la información a través de diferentes medios, confirman los datos. Luego, alrededor de un 20% pertenece al grupo de los que desean estar muy informados. No obstante, la mayoría pertenece al grupo que está informado sólo de una manera general, no buscan detalles ni confirmaciones. Es como esa gente que diría «si una represa se rompió y debo correr para salvar mi vida, avísenme. Si no, no me molesten». También hay como un 15% de gente que realmente no le interesa nada. No lee diarios, ni ve televisión.
-¿Entonces, eso significa que la mayor parte de las audiencias son fáciles de engañar o diría que, al final, notan cuando un periodista miente o se equivoca?
-Es muy difícil que se den cuenta porque los medios periodísticos son la única manera que la gente tiene para enterarse de muchas de las noticias que ocurren regularmente. Sin embargo, a veces los medios tienen versiones totalmente diferentes. El problema es que la mayoría de la gente suele leer sólo una de ellas.
McCombs trabaja por estos días en la corrección de un libro que es una recopilación de estudios de diferentes autores. Además, le gustaría escribir un libro acerca del segundo nivel de la agenda-setting. También escribirá dos capítulos de otro libro.
-A la vez, están las conferencias y mi cargo como presidente de la asociación mundial de investigación de la opinión pública. ¡Ah!, y por supuesto, seguiré enseñando en la universidad.
-¡Usted no descansa!
-Es que disfruto todo lo que hago -exclama y echa una mirada traviesa-. Además, aunque la teoría de la agenda-setting ya tiene 25 años, la proposición de su segundo nivel me ha hecho estar de acuerdo con las palabras de uno de sus estudiosos: «Ahora debemos rehacer todo lo que ya habíamos investigado durante los últimos 25 años».CI

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Obtuvo su bachiller en la Tulane University, en 1960. En 1961 realizó el master en la Stanford University, donde también se doctoró en 1966. Las siguientes son unas listas con algunas de sus actividades profesionales y académicas, y una selección de sus publicaciones.
Actividades académicas y profesionales
· 1985-presente Jesse H. Jones Centennial Chair en Comunicaciones y Profesor de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad de Texas en Austin.
· 1994-presente Profesor visitante permanente, Universidad de Navarra.
· 1985-1991 Presidente del Departamento de Periodismo, Universidad de Texas en Austin.
· 1973-1985 Profesor de Investigación y Director del Centro de Investigación de las Comunicaciones, Syracuse University.
· 1975-1984 Director de la Asociación de editores de diarios americanos (estadounidenses). Departamento de Investigación.
· 1969-1973 Profesor Asociado, Universidad de North Carolina.
· 1967-1969 Asistente de Profesor, Universidad de North Carolina.
· 1965-1966 Asistente de Profesor. U.C.L.A.
· 1961-1963 Reportero, New Orleans Times, Picayune.
Publicaciones
· 1997 (con Donald Shaw y David Weaver, eds.): Communication and Democracy: Exploring the Intellectual Frontiers in Agenda-Setting Theory, Lawrence Erlbaum Associate, Mahwah, New Jersey.
· 1996 (con Donald Shaw y Gerry Keir): Advanced Reporting: Discovering Patterns in News Events. 2nd edition. Prospect Heigh, IL, Waveland.
· 1993 (con Donald Shaw): «The Evolution of Agenda-Setting Research: Twenty-Five Years in the Marketpalce of Ideas», Journal of Communication 43(2), Spring.
· 1991 (con Edna Einsiedel y David Weaver): Contemporary Public Opinion: Issues and the News, Lawrence Erlbaum, Hillsdale, New Jersey.
· 1991 (con David Protess): Agenda-Setting: Readings on Media, Public Opinion and Policymaking, Lawnce Erlbaum, Hillsdale, New Jersey.
· 1988 (con Robert Picard, James Winter y Stephen Lacy): Press Concentration and Monopoly: New Perspectives on Newspaper Ownership and Operation, Ablex, Norwood, New Jersey.
· 1986 (con Donald Shaw y Gerry Keir): Advanced Reporting: Beyond News Event. Longman, New York.
· 1985 «La comunicación de masas en las campañas políticas: información, gratificación y persuación», en Miguel de Moragas (ed.): Sociología de la comunicación de masas, Vol. 3, Gustavo Gili, Barcelona, pp. 95-121.
· 1981 (con David Weaver, Doris Graber y Chaïm Eyal): Media Agenda-Setting in a Presidential Election: Issues, Images, Interes, Praeger, New York.
· 1979 (con Lee Becker): Using Mass Communication Theory, Prentice Hall, Englewood Cliffs.
· 1978 (con George Comstock, Steven Chaffee, Natan Katzman y Donald Roberts): Television and Human Behavior, Columbia University Press, New York.
· 1977 (con Donald Shaw): The Emergence of American Political Issues: The Agenda Setting Function of the Press. St. Paul, West.
· 1976 (con Donald Shaw y David Grey): Handbook of Reporting Methods, Houghton Mifflin, Boston.
· 1972 (con Donald Shaw): «The Agenda-Setting Functions of the Mass Media», Public Opinion Quarterly, vol. 36, primavera, pp. 176-187.
· 1972 «Mass Media in the Marketplace», Journalism Monograph Nº 24, Agosto.

El objetivo de los E.U. es petróleo”

El objetivo de los E.U. es petróleo”
Virgina del Norte. E.U.

Stan Goff es un militar retirado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos que en 1992 brindó entrenamiento militar en Colombia para programas antidroga. Fue sargento de inteligencia en el 7° Grupo, el mismo que hoy entrena los Batallones Antinarcóticos del Ejército y desarrolla la estrategia en el Sur del país.
Tras su retiro del Ejército en 1996 entró a trabajar para Democracy South, organización de Carolina del Norte que busca reformar el sistema de financiación de las campañas políticas, para evitar que las empresas norteamericanas determinen la política. En su criterio, quien gane las elecciones de noviembre tendrá un compromiso con el petróleo, objetivo secreto del Plan Colombia.
Aún después de retirados, a ustedes se les prohibe hablar de sus actividades en Fuerzas Especiales. ¿Por qué da esta entrevista?
Firmé un acuerdo que me prohibía participar en operaciones directas o mencionar nombres de personas o unidades con las que entrenamos. He publicado artículos sobre mis actividades y no he violado esa cláusula. A ellos no les gusta lo que hago y quieren demandarme, pero no lo hacen porque no he violado la ley. Además saben que lo que digo es cierto.
¿A qué van los militares de E.U. a Colombia?
El principal interés de E.U. es el petróleo. Se trata de defender operaciones de la OXY, la British Petroleum (hoy fusionada con la norteamericana Amoco) y la Texas, y asegurar control en los futuros campos colombianos. Los geólogos dicen que la producción empieza a disminuir y la demanda sigue ampliándose, de modo que las reservas son asunto crítico estratégico. En este recurso reside el poder del sistema capitalista, y en su control están las claves para sostener la dominación económica, política y militar de E.U.
¿Cómo se reflejan esos intereses?
La familia del candidato Gore tiene contactos e inversiones en la OXY, y Bush pertenece al Estado de Texas, donde el principal negocio es el petróleo, y recibe apoyo de sus empresas.
Pero en 1992 su gobierno aprobó participación de militares en operaciones antidrogas.
Las operaciones antinarcóticos de entrenamiento eran una mentira de las Fuerzas Especiales. Ahora tampoco creo que se estén preparando batallones antinarcóticos sino antiguerrilla. No hay cambios sobre lo que enseñamos en Vietnam, Guatemala, El Salvador u Honduras, donde siempre entrenamos para pelear contra guerrillas comunistas. Aunque el gobierno norteamericano presentó una operación antidrogas, nunca mencionamos las palabras coca o narcotraficante en nuestros entrenamientos. Era una operación psicológica, una gran mentira.
¿Pero para qué mentirles a los colombianos?
El objetivo de nuestras operaciones no eran los colombianos sino los norteamericanos que pagan impuestos por la inversión que se hace en Colombia. El objetivo sigue siendo el petróleo. Mire dónde están las fuerzas norteamericanas: en Irak, el Mar Caspio, Colombia, lugares donde se piensa encontrar reservas petroleras.
Pero la estrategia es sacar a la guerrilla de la cocaína.
La idea es derrotarla militarmente y no creo que eso afecte el flujo de cocaína hacia E.U. La cocaína es un negocio de más de US$30 mil millones al año que no existiría sin complicidad oficial. A los campesinos que cultivan la hoja y pagan impuestos a la guerrilla, les queda apenas el 0,6%. La idea es que sacando a los campesinos del negocio disminuirán los flujos. Es el argumento que se ha expuesto en E.U. Pero como máximo se elevarán los precios. Las FARC han propuesto un sistema de sustentación de precios y cultivos alternativos. Bajo presión de E.U. el gobierno de Pastrana rechazó esa propuesta.
¿En qué momento esa operación, si es una mentira, será inocultable?
La opinión pública norteamericana no está capacitada para aceptar heridos y muertos en Colombia. Los norteamericanos todavía creen que se trata de asesoría para fumigar cultivos de coca. Aún no creen que se trata de negocios para empresas de exportación de armas y protección de intereses petroleros.


UN CERCO A LA PRODUCCIÓN PETROLERA
Hace seis semanas, la producción petrolera en el Putumayo no es normal. Los ataques de la insurgencia a la infraestructura petrolera se iniciaron el pasado 15 de agosto y dejaron fuera de funcionamiento los oleoductos Transandino y San Miguel-Orito, por donde se transportan más de 50.000 barriles de crudo.
En los dos últimos meses los ataques de la guerrilla contra esa industria se intensificaron, en lo que parece ser un rechazo a la presencia de empresas extranjeras que llevan a cabo actividades de exploración y producción de hidrocarburos, en una región que, según las cifras oficiales, no alberga grandes reservas del oro negro.
El Putumayo o Distrito Sur, como se le conoce entre petroleros, produce actualmente 9.182 barriles diarios en promedio, una tímida producción si se compara con Cusiana (400.000 barriles) ubicado en Casanare, o Caño Limón que maneja más de 105.000 barriles diarios.
Pese a la baja producción, la presencia de Hocol y la Canadian Petroleum Company muestran que existen perspectivas para buscar nuevas reservas. Sin embargo, la mayor parte de la producción es manejada en forma directa por Ecopetrol, pero existen contratos de asociación firmados con la Argosi Energy o la Mansoyá con Canadian, para aumentar reservas de crudo.
De la producción manejada por Ecopetrol hacen parte los campos Colón y el Loro. Este año se han firmado contratos de asociación con empresas extranjeras para exploraciones en los ríos Juanambú y Pacayaco con la firma AEC, y Putumayo Norte con la empresa Hocol. Hace algunos días, inversionistas privados participaron en la más grande licitación petrolera, la Ronda 2000.
Pese a las perspectivas, la producción petrolera en el Putumayo sigue paralizada por diez atentados en los últimos treinta días, y por los enfrentamientos entre FARC y AUC.
Territorio de guerra en medio de la coca
Según informe divulgado por la Vicepresidencia de la República, un municipio particularmente complejo es Puerto Asís. En promedio, posee 6.677 hectáreas cultivadas con coca, circunstancia que en parte explica que la tasa de homicidios en los dos últimos años se acerque al triple de los índices registrados en todo el departamento.
Los frentes 32 y 48 de las FARC son los que más presionan en la región del Bajo Putumayo, y de esta región derivan una significativa cantidad de recursos, principalmente de la coca, pero también de la economía petrolera. La frontera con Ecuador se utiliza para contrabando de armas y municiones, y tráfico de insumos químicos.
Las autodefensas golpean desde 1998, especialmente en Puerto Asís, Valle del Guamués, Orito, San Miguel y, en general, en toda la zona del Bajo Putumayo. De estos municipios derivan los principales recursos de las FARC en la región, y ello parcialmente explica la guerra que hoy se libra, donde la peor parte la sufre la población civil.
La región es particularmente citada en el Plan Colombia, en concreto en el capítulo 3°, correspondiente a la estrategia antinarcóticos. En el primer objetivo se lee: “Combatir el cultivo ilícito mediante la acción continua y sistemática del Ejército y de la Policía, especialmente, en la región del Putumayo”.
En la misma zona operan tropas de la Brigada 24 del Ejército, que hace algunos días fue cuestionada en E.U. por presuntas violaciones a los derechos humanos.